Una de las propuestas obligadas de nuestro encuentro ACCIÓN C6: CULTURAL & SOCIAL ENVIRONMENT. del proyecto Erasmus+ "E-nvironclusion" era conocer la historia y la herencia cultural de la ciudad de Vilnius, capital de Lituania y nuestro punto de encuentro en esta movilidad.
Como guía, tuvimos la suerte de contar con Justina Rudminaite, profesora del AVIZINIU GIMNAZIJA y guía turística.
La ciudad de Vilnius, de mayoria católica, esta llena de iglesias de diferentes creencias, iglesias ortodoxas, sinagogas.. Es una ciudad religiosa y tolerante, donde se puede convivir en paz. a ciudad de Vilnius, de mayoria católica, esta llena de iglesias de diferentes creencias, iglesias ortodoxas, sinagogas.. Es una ciudad religiosa y tolerante, donde se puede convivir en paz. a ciudad de Vilnius, de mayoria católica, esta llena de iglesias de diferentes creencias, iglesias ortodoxas, sinagogas.. Es una ciudad religiosa y tolerante, donde se puede convivir en paz.
Imagen del mercado
Por todo el entramado urbano de Vilna surgen imponentes iglesias de estilos tan variopintos como el gótico, el neoclásico y sobre todo el barroco, el más extendido. Una de las cosas obligadas que hay que hacer en Vilna es acceder al interior de sus iglesias, ya que por dentro suelen ser espectaculares. A diferencia de los otros países bálticos, en Lituania la religión mayoritaria es el catolicismo, lo cual tiene sentido dado su pasado común con Polonia. De todos modos, dada la cercanía con Rusia, también existen numerosas iglesias ortodoxas, algunas de ellas impresionantes.
Teatro de la Filarmónica
La primera mitad del siglo XX fue un periodo muy duro para Vilna, siendo constantemente ocupada por polacos, soviéticos y nazis. Durante la Segunda Guerra Mundial casi toda la población judía fue tristemente masacrada, y buena parte de la ciudad quedó devastada. Afortunadamente, muchos edificios históricos se salvaron y en las décadas siguientes, todavía bajo mandato soviético, la ciudad se fue recomponiendo.
Por toda la ciudad pudimos contemplar símbolos de apoyo con el pueblo ucraniano.
El palacio presidencial. En este gran palacio de estilo neoclásico se han alojado personajes tan ilustres como el zar Alejandro I o el propio Napoleón Bonaparte. Todos los días frente al palacio tiene lugar el tradicional cambio de la bandera, realizado por los soldados lituanos. Sin duda su atuendo llama mucho la atención, ya que visten con traje militar moderno, pero portando escudos y lanzas medievales.La catedral de Vilna es sin duda una de las catedrales más diferentes que hemos tenido la oportunidad de visitar, y es que no suele ser habitual encontrarse con una catedral con aspecto de templo griego. En el lugar donde se encuentra existieron originalmente otras construcciones de estilos más habituales, como el gótico, pero fueron destruidas a lo largo de los siglos por varios incendios. Cuando a finales del siglo XVIII se decidió volver a reconstruir la catedral, se optó por el estilo neoclásico que vemos hoy en día.
Otra peculiaridad de la catedral es su torre del campanario, que se encuentra en el exterior, totalmente exenta. En sus inicios la torre formaba parte de las murallas y fortificaciones que defendían el castillo inferior de Vilna, hasta que se decidió posteriormente añadirle la parte superior y convertirla en torre campanario. Por el suelo de la plaza aledaña se puede ver dibujado parte el trazado del antiguo castillo y sus murallas
Esta pequeña torre es otro de los grandes símbolos de Vilna, y por extensión de Lituania, desde que la bandera del país se colocara en lo todo alto a finales de los años 80, en ciernes de su independencia. Al estar ubicada en lo alto de una colina en el centro de la ciudad, es visible desde prácticamente cualquier parte. La torre de Gediminas es prácticamente lo único que nos queda del antiguo castillo superior de Vilna (de hecho la propia torre es una reconstrucción de 1933).
Como muchas otras ciudades europeas, Vilna originalmente también contaba con su propia muralla defensiva. La puerta de la Aurora, también conocida como Puertas del Amanecer, es la única superviviente de las cinco puerta originales que daban acceso a la ciudad. Construida en el siglo XVI, es sin duda uno de los grandes emblemas de la capital lituana. Su aspecto defensivo todavía se puede apreciar por el exterior, ya que se pueden apreciar las ventanas redondas por las que disparaban los cañones.
Sin embargo, hoy en día la Puerta de la Aurora es principalmente conocida como lugar de peregrinación cristiana. Y es que en su interior alberga una capilla con una famosa imagen de la Virgen de la Misercordia bañada en plata, a la que se le atribuyen ciertos milagros. Fue uno de los primeros lugares que el papa Juan Pablo II visitó al llegar a Lituania en 1993.
El ayuntamiento de Vilna ha tenido un pasado parecido al de la catedral de la ciudad. Inicialmente de estilo gótico, ha sido reconstruido en numerosas ocasiones, hasta acabar con el aspecto clásico que vemos hoy en día. En su interior alberga exposiciones y diferentes eventos culturales a lo largo del año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario